El geógrafo solanero Manuel Antonio Serrano de la Cruz dejó claro que La Solana pertenece al Campo de Montiel desde el punto de vista fisiográfico, aunque otras circunstancias la han ubicado en la comarca de La Mancha, especialmente la producción agrícola.
Profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, aceptó la invitación de la Hermandad de Santiago Apóstol para cerrar el ciclo de conferencias de las III Jornadas Santiaguistas. El título de su disertación era “Territorio y paisaje del Campo de Montiel, una comarca de múltiples delimitaciones”, que por sí solo explica la variabilidad histórica de una comarca sujeta a los vaivenes políticos en cuanto a su perímetro oficial.
En declaraciones previas a la prensa local, resumió ese recorrido evolutivo por las distintas comarcalizaciones del Campo de Montiel, desde su proceso formativo hasta las concepciones geográficas actuales, menos conocidas, pero igual de interesantes. Se refirió a la comarcalización natural, la agraria y la geográfica.
En este sentido, recordó que La Solana “unas veces pertenece a la comarca Campo de Montiel y otras a comarcas aledañas”. Por un lado, no hay duda de su pertenencia montieleña en el aspecto físico y paisajístico, “está cien por cien asentada en roca calcárea del periodo mesozoico-jurásico y los geólogos y naturalistas la incluyen dentro del Campo de Montiel”. Otra cosa son los usos y aprovechamientos, ya que La Solana linda con la comarca de La Mancha. “El Ministerio de Agricultura nos excluyó del Campo de Montiel en 1972 porque teníamos cultivos muy parecidos a la llanura manchega”.
En cualquier caso, las reorganizaciones municipales o mancomunadas han sido, a menudo, artificiales. Tales demarcaciones hacen que muchas poblaciones cambien de sitio y creen confusión. Pero la confusión no cabe en el caso de La Solana más allá de decisiones políticas. Por el suelo donde se asienta, pertenece claramente al histórico Campo de Montiel.
Manuel Antonio Serrano de la Cruz fue presentado por Paulino Sánchez y reunió a un buen número de espectadores en el aula San Juan de Ávila, en la Casa de la Iglesia.
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