lunes, 25 de noviembre de 2013

CONCHI MOYA RECLAMA LA FIGURA DE MOSEN DIEGO DE VILLEGAS





Mosén Diego de Villegas fue un personaje importante en La Solana del siglo XV, pero su figura apenas ha trascendido y hoy día pocos solaneros conocen su ejecutoria en vida como comendador de la Orden de Santiago. Ni siquiera conocen quién fue. La historiadora Concepción Moya lamenta que sea así, de modo que reclama su memoria como hombre fuerte de la época, aunque su principal particularidad es que vivió y murió en la localidad, cosa poco común en los comendadores de entonces.

Concepción Moya ofreció una charla dentro de las III Jornadas Santiaguistas, que dedicó su segundo día a la parte histórica. En declaraciones previas a la prensa local, reivindicó la figura de Mosén Diego de Villegas, comendador entre 1440 y 1482. Es decir, comenzó a dirigir la Encomienda durante el valimiento del poderoso Álvaro de Luna y lo terminó con su muerte, en tiempos de los Reyes Católicos. Entre medias, ocupó todo el reinado de Enrique IV.

Según la historiadora, lo auténticamente singular de su mandato es que durante gran parte de él residió en La Solana, “al menos treinta años los pasó aquí, donde invirtió en una casa en la que vivió hasta su muerte”. Incluso fue enterrado, junto a su esposa, en la ermita de San Sebastián, que probablemente adecentó. La costumbre de los comendadores de antaño era residir lejos de sus encomiendas y muchos de ellos se hicieron cortesanos, en especial con el advenimiento del reinado de Isabel y Fernando.

La huella del comendador Villegas se puede ver en la propia Casa de la Encomienda, donde además construyó una bodega. Concepción Moya no descarta que la sede oficial estuviera en la adyacente Casa de Travesedo, desgraciadamente desaparecida, aunque cree que ambos edificios serían un todo. También habría adquirido el torreón descubierto hace poco tiempo en la iglesia de Santa Catalina, que recreció y convirtió en fortaleza con un cortijo de tres tapias para defensa y cobijo de su arsenal de armas y caballerizas.

Conviene recordar que tras el período enriqueño, en 1474, comenzó la guerra de sucesión entre la hermana de padre del Impotente, Isabel, y su hija Juana La Beltraneja. En resumen, la historiadora solanera afirma que Mosén Diego de Villegas merece más atención y reconocimiento histórico, “es una pena que muchos no sepan que tenemos enterrado a un comendador”.

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